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“Por todos lo que dejaron su vida: respeto, agradecimiento y memoria”.

            Continuando con las entrevistas realizadas durante el mes de Abril a nuestros compañeros ex combatientes de la guerra de Malvinas, conversamos con Julián Cambiaggi sobre su experiencia y sus recuerdos de hace 40 años en las Islas.

            Para comenzar, evocamos un momento que, hasta el día de hoy, permanece vigente en la memoria colectiva de nuestro pueblo: Leopoldo Galtieri, presidente de facto de la Argentina en 1982, pronuncia la recordada frase “Si quieren venir, que vengan. Le presentaremos batalla”. Julián recuerda que vió el discurso por televisión y al pueblo con banderas en la plaza. Si bien sólo tenía 20 años, asevera que no entendía por qué la gente festejaba. “Lo que se avecinaba no era nada lindo”, expresa.

            Cambiaggi fue convocado al servicio militar en la rama de Infantería de Marina de la Armada el 1 de junio de 1981 y cumplió la instrucción en el Centro de Formación de Infantes de Marina en Parque Pereyra. Dos meses después, estaba custodiando aviones en una base cerca de Ezeiza (Prov. de Bs. As.). Allí se encontraba cuando fue llamado para la guerra. “Éramos 35 conscriptos y a 3 nos convocan por un telegrama a presentarnos con todo nuestro equipo. No nos dijeron el motivo pero nos dimos cuenta que los 3 teníamos en común que sabíamos inglés”, recuerda.

Días más tarde, viajaron en un avión preparado de la armada hasta una base cerca de Puerto Belgrano (Bahía Blanca). “Llegamos y no había nada organizado”, dice. Finalmente, arribaron al Comando de la Flota de Mar y les asignaron una corbeta a los 3. Estuvimos muy cerca de ir al Crucero Belgrano, pero no nos tocó por cuestiones del azar.

Una vez allí, ya embarcados, vivieron situaciones en las que tenían que estar en alerta permanente. No estaban relajados. Había una radio en la corbeta a través de la cual lograban tener cierta información del exterior. “Estábamos en el mar. Volvimos al puerto tres veces para tener provisiones. Ahí aprovechábamos para tener contacto con nuestros familiares. Para transmitir tranquilidad y para tener un soporte nosotros”, relata. También comparte que viajaron sus padres y su novia en dos oportunidades. “No sabíamos si íbamos a volver a vernos”, manifiesta.

Después de muchos días difíciles, el 14 de Junio llegó el día de la rendición. Sobre esto, Julián recuerda que esa jornada la corbeta entraba al puerto para un acondicionamiento. “Nos dieron 4 días de franco. La primera vez que nos permitían regresar a Capital Federal. Teníamos tantas ganas de volver que hicimos dedo. Un camión nos llevó hasta Azul (Prov. De Bs. As.). Fuimos a un almacén en el cual había una TV y escuchamos a Galtieri anunciando la rendición”. Así se enteraron que la guerra había terminado.

Sobre el final de la charla y en relación a la causa Malvinas, el ex combatiente aprovecha la oportunidad para dejar un mensaje a la juventud. Lo hace citando la frase “el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla” y pide que la lucha no se disuelva en el tiempo porque está el riesgo de que en el algún momento se repita la historia. “El tema Malvinas debería estar siempre en agenda. Hay que seguir insistiendo, que no se olvide. Y no deja de reclamar”. Conmovido, concluye con su voz quebrada al recordar a los compañeros que dejaron su vida en la guerra.

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